Está pasando…, por fin.
Termina ya la navidad y casi consigo ni enterarme.
Parece ser que hasta no hace mucho tiempo, la llegada de estas fiestas me hacía ilusión; así me lo ha recordado quien más me ridiculizó por ello, dejándome un mensaje en el que desea que siga intacto en mí el espíritu navideño…; je, menudo gilipollas.
Lo cierto es que aunque la navidad no pase por tu casa, siempre acaba entrando en tu corazón gracias a las personas que te quieren y que permiten que un señor gordo con barba llame a su puerta y les deje un presente para ti.
Ahora me apetece celebrar el fin de año, y cumplir uno más junto a quien más quiero…