Mi amigo "O" me ha invitado a una cena informal que organiza mañana viernes en su casa.
Realmente, y para ser exactos, a cada uno de los potenciales asistentes nos ha invitado a llevar algo de comer o de beber, pero la iniciativa es tan de agradecer que todos colaboraríamos gustosamente con tal de reunirnos y pasar un buen rato entre amigos.
Al margen del hecho en sí, la situación que se presenta es, cuando menos, interesante, pues en casa de "O" también vive "J", con quien sigue legalmente casado pese a haber dado por finalizada su relación hace apenas mes y medio. A ellos dos se unirá "A", actual pareja de "O", quien compartirá espacio con "J" creo que por primera vez desde que este pasado verano se introdujo como amigo en la vida de ambos, así que sobran comentarios...
También estarán presentes "D", amigo de "J", y su reciente pareja, "V", a quienes ya conoce "A" sin que, digamos, se haya generado demasiada simpatía entre los tres. Puede parecer que "A" se encontrará mañana en una situación incómoda frente a la irascibilidad de "J", quien pasa por un momento de comprensible inestabilidad emocional, la incipiente hostilidad de "V", y el consiguiente recelo de "D", pero tampoco hay que preocuparse (o sí...), porque "A" tiene carácter de sobra como para dominar cualquier adversidad, y no olvidemos que además es el actual anfitrión consorte de "O".
Otra curiosidad es que "V", que acaba de trasladarse a Madrid, se ha instalado con cierta nocturnidad y alevosía en la habitación que su chico, "D", ocupa en un piso compartido con otros cuatro amigos cuyas iniciales omito porque, de momento, y que yo sepa, no vienen al caso. De todas formas, parece ser que esta cohabitación no ha sentado muy bien entre los compañeros de "D", así que "V", anticipándose a una casi segura expulsión del piso multicompartido, ya ha formalizado una petición de asilo para él y su gata en casa de "O" y "J", quienes a su vez ya conviven con una perra y otra gata.
Sin embargo, y para intentar evitar esta eventualidad, resulta que "O" les ha informado de que "R", un ex de "A", también alquila su piso; ante el interés despertado en la desahuciada pareja, el propio "A" se ha ofrecido como mediador entre todos ellos. Pero resulta además que "J" y "O" están planteándose separarse físicamente, por lo que uno de ellos deberá abandonar el piso que ambos aún comparten, y donde mañana está convocada la (¿última?) cena. Parece seguro que será "J" quien se marche, y como la vivienda que probablemente "R" alquile a "D" y "V" tiene dos habitaciones, se baraja la posibilidad de que finalmente los tres, gracias a "A", acaben siendo nuevos compañeros de piso...
A este explosivo quinteto se unirá mañana "F", de carácter sosegado y conciliador y, aunque parezca imposible, amigo de todos to-dos, quien lleva ofreciéndose durante varias semanas consecutivas para hacer un hueco en su sofá a quien haga falta...
Creo que yo me quedaré en casita con mi alguien especial, pero confío en enterarme hasta del más mínimo detalle aunque sea en diferido.
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