20-N

Joder con el puto 20-N. Hacía tiempo que no pasaba un día de tan mala hostia...

No comenzó mal la mañana, salvo por el sueño que últimamente me mata, pero muy prontito empecé a calentarme y a sentirme como un gilipollas subido en un bus rumbo al trabajo y viendo que el habitual trayecto de veinte minutos se convertía en una hora porque la bajada de 1 € en el precio de la gasolina había llenado de nuevo las calles de coches con gente supuestamente sumida en una profunda crisis económica…

Llegué tarde y cabreao; el sistema informático que estos inútiles nos han implantado llegó más tarde que yo; he tenido que atender a una tía rancia y resentida, a un descerebrao y a una listilla; he tirado la taza de café recién puesto salpicando a medio mundo; los papeles y expedientes ocupan por completo mi mesa y he tenido que empezar a colonizar nuevos espacios; no he comido porque tenía que conseguir llegar al médico a mi hora; me he pasado y he llegado incluso antes; no he entrado hasta hora y media después; la borde de mi doctora no me ha dado lo que necesitaba y si me descuido me escupe; se me ha ocurrido entrar en el súper a comprar cuatro cosillas y he tenido que regresar a casa en autobús cargado hasta los dientes; se me ha roto una bolsa del mercadona y he visto caer un tarro de mermelada de ciruela de la que tengo que tomar para intentar regular el tránsito de mi intestino porque los bífidus, la fibra y lo integral no le bastan al puto vago; el frasco se ha estrellado de culo contra el suelo de la cocina porque para qué iba a hacerlo por el lado de la tapa; se ha hecho añicos y me he puesto a recoger la mermelada con una cucharilla; la he metido en un táper no porque yo sea un miserable, sino porque por mis ----- yo no me quedaba sin la puta mermelada de los ----- así acabe en urgencias con un cristal en la lengua!!!!

Al final tenía tantas ganas de matar a alguien que me he cargado a tionormalote. Al menos esto me ha dejado satisfecho…