No puedo...

No puedo con las injusticias, con la maldad y la sinrazón; me indignan de tal manera que activan en mí instintos de vehemente intolerancia y un inmenso deseo de venganza irreflexiva y primaria.

Siento, además, la imperiosa necesidad de luchar por conseguir restablecer la situación anterior al agravio y de que se compense a quienes han sufrido el daño, máxime, si cabe, cuando las víctimas de la ofensa son personas a las que quiero.

Alguna vez lo he conseguido, que conste...