sábado, 22 de noviembre de 2008

Seres vivos

He leído en el periódico que varias asociaciones han convocado plantaciones populares durante este fin de semana, de arbolitos en unos casos, y de semillas en otros.
Desde pequeño me ha fascinado el mundo vegetal; recuerdo con especial intensidad y cariño aquellos tarros de cristal que teníamos en clase con agua, algodones y judías que germinaban junto a las ventanas..., y los piñones que mis hermanos y yo recogíamos en la Casa de Campo y plantábamos en la terraza hasta conseguir verdaderos bosquecillos de pinos en macetas... Al final casi siempre se nos morían allí mismo, los pobres, y el resto no llegaban a sobrevivir demasiado tiempo después de trasplantarlos...
Yo he continuado recogiendo y plantando semillas allá por donde voy, he comprado arbolitos y arbustos en los viveros para devolverlos al campo y darme el gustazo de verlos crecer, y me sigue maravillando la capacidad de regeneración de la naturaleza...
También me entristece e irrita comprobar cómo algún que otro alcalde se permite el lujo de talar y arrancar miles de árboles cuando le estorban para llevar a cabo sus obras faraónicas, y cómo se permite prometer a cambio plantar otros tantos olvidando que cada uno de ellos es un ser vivo único e irremplazable; no es buena comparación, pero a nadie se le ocurriría hacer lo mismo con perros, gatos o cualquier otra mascota animal, ni acabar con la vida de nadie porque simplemente "molestara" su presencia.
Me ha recordado el periódico un sencillo método de plantación de semillas llamado "nendo dango", no sé si oriental o africano, que consiste en envolverlas en bolitas de arcilla para garantizar su brote, y me han entrado unas ganas locas de ponerme a ello ahora que es el momento más idóneo del año. ¿Alguien más se apunta?

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